La lluvia, por ser habitual en muchas ciudades del mundo, no debe ser desestimada como un fenómeno frente al cual tomar recaudos. Según investigaciones a cargo del Centro de Experimentación y Seguridad Víal de la Argentina (CESVI), más del 70 por ciento de los accidentes que se producen con lluvia tienen lugar durante los primeros treinta minutos desde que inicia este fenómeno meteorológico. Los especialistas advierten que ello se debe a que muchos conductores no adaptan su forma de manejo a las condiciones que impone esta circunstancia.
Es importante advertir que si se transita a velocidad inadecuada sobre una calzada resbaladiza se dificulta en forma notable el poder sobre el vehículo. Un dato importante a tener en cuenta: Cuando el pavimento está mojado la distancia de frenado se incrementa, pudiendo llegar a duplicarse. Consecuentemente, la capacidad para maniobrar se reduce drásticamente.
CESVI indica que la técnica al volante consiste en ”descubrir los peligros potenciales que pueden concretarse en los próximos cinco o seis segundos de manejo”. En definitiva: la anticipación es un factor fundamental para la prevención de accidentes, máxime en condiciones poco favorables, como aquellas que puede presentan una calzada mojada por obra de la lluvia.
Por tanto, en los días lluviosos es importante:
Advertir la condición climática reinante y adaptar la velocidad a esta circunstancia a fin de evitar lo que se conoce como ”aquaplaning”, situación en la cual el vehículo se desliza sobre el agua perdiendo contacto con la superficie de concreto.
Mantener una distancia prudente respecto al automóvil más próximo. En esta nota puedes encontrar más información al respecto
Conducir con las luces bajas encendidas, incluso de día.
Detenerse en un lugar seguro, en caso que la lluvia sea extremadamente copiosa y no permita ver el camino.
En caso de toparse con arterias inundadas, no atravesarlas puesto que el charco de agua puede ocultar un pozo.
fuente/infobae
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