Han pasado diez meses desde que conocimos por primera vez aquel Samsung Galaxy S III con pantalla de 4,8 pulgadas, y hoy, tras una oleada de rumores y filtraciones con todo lujo de detalles, el fabricante coreano ha mostrado al mundo su nueva estrella: el Galaxy S 4. Eso es, con número arábigo en lugar de romano.
El último buque insignia de la marca llega con una interminable lista de nuevas prestaciones con las que acaparar la atención del público tras los otros grandes lanzamientos de sus competidores, manteniendo sin embargo la línea de diseño impuesta por su predecesor. Así pues, podemos decir que a nivel exterior el nuevo S 4 aparenta ser un S III más grande, con sus esquinas redondeadas e incluso el lateral bicolor. Lo diferenciaremos en primer lugar por su tamaño, aunque también por un nuevo motivo punteado que podremos apreciar en la carcasa.
Su pantalla Super AMOLED de 5 pulgadas se convierte en la primera del mundo en su tipo en ofrecer resolución 1080p, alcanzando una densidad de píxeles de 441 ppp y estando protegida por Gorilla Glass 3. Bajo ella, reposa un procesador Exynos 5 de ocho núcleos que se lleva todo el protagonismo con sus 1,6 GHz por núcleo, aunque en algunos países este cerebro será sustituido por un procesador de cuatro núcleos a 1,9 GHz que, aunque Samsung no ha especificado nada por ahora, intuimos que se trata de un Snapdragon 600. A él le acompañan 2 GB de RAM y en cuestiones de energía, una batería de 2.600 mAh se encargará de mantener al sistema despierto.
Las funciones fotográficas llegan cubiertas por una pareja formada por un sensor de 13 megapíxeles y otro frontal de 2 megapíxeles; un hardware que no llega a resultar demasiado novedoso (el punto más destacado es el disparador sin retraso), y que opta por incluir atractivas funciones por software como una interfaz similar a la de la Galaxy Camera y varios efectos en vivo. Ya que hablamos del software, Jelly Bean en su versión 4.2.2 hace las labores de director de orquesta, un sistema operativo que como siempre llega aderezado con la interfaz TouchWiz de Samsung con la novedad de incluir unas funciones bastante atractivas que, si bien puede que no lleguen a ser imprescindibles para el uso diario del terminal, resulta bastante sorprendentes a la hora de verlas en funcionamiento. Hablamos de Smart Pause, que se encargará de pausar el vídeo en marcha cuanto despeguemos la vista del terminal, y Air View y Air Gesture, que detectarán cuando el dedo flota sobre la pantalla para mostrar información adicional o cuando se realizan gestos sobre la pantalla.
También se han incluido nuevas funciones como S Voice Drive, que reconocerá comandos vocales mientras conducimos, Samsung Optical Reader (OCR inteligente) y WatchON, que traerá las funciones de mando a distancia a través del LED infrarrojo que incorpora el terminal.
Si terminamos con el resto de prestaciones podemos encontrar la clásica conectividad WiFi, Bluetooth 4.0, GPS/GLONASS, NFC, MHL 2.0 y una gran lista de sensores compuesta por acelerómetro, sensor de luz RGB, de proximidad, barómetro, giroscópio, de temperatura y humedad, de gestos y brújula. En cuanto a las redes, es compatible con bandas 2.5G de 850/900/1.800/1.900 MHz, 3G de 850/900/1.800/1.900 MHz y LTE de 6 bandas diferentes según el mercado.
El nuevo Samsung Galaxy S 4 llegará al mercado en versiones de 16, 32 y 64 GB (ampliables mediante tarjetas microSD de hasta 64 GB), y estará disponible en los colores azul y blanco.
fuente/engadget
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