En ocasiones nos encontramos con personas que nos dicen: “yo vivo es de la realidad“.
Defienden sus puntos de vista, basados en el hecho de que siendo realistas, lograrán lo que quieren, y sufrirán pocas desilusiones.
Nada más lejano de la realidad (irónicamente).
Desde pequeños, se nos enseña que no debemos soñar con metas muy grandes, y que debemos evitar a toda costa los fracasos y las desilusiones. Por tanto, intrínsecamente nos programamos para desarrollar nuestras actividades con base en el presente y con base en los recursos con los que contamos actualmente.
Sin embargo, aunque esto no parezca en principio algo malo, lo cierto es que es una condición humana limitante, que finalmente evita que progresemos en nuestra vida.
El problema
El verdadero problema de ser realista, radica en que aquellos que son realistas nunca sueñan.
Ser realista, implica hacer las cosas con base en lo que existe en nuestra realidad, y nuestro presente; Por lo que jamás pensaremos en algo nuevo, jamás tendremos en cuenta nuevas ideas, y jamás llegará el futuro que tanto anhelamos.
Imaginemos entonces, a una persona realista en el año 1900. ¿Que pasaría si a esa persona le dijeran que, en el año 2010 podría tomar una fotografía, con una cámara más pequeña que la palma de su mano, y enviarla al otro lado del mundo en 5 segundos?
Obviamente, el realista se reiría a carcajadas. Pues con base en su realidad, las cámaras no son tan pequeñas, y el envío de fotografías al otro lado del mundo, por lo general es un proceso que toma meses.
Es fácil entonces ver, que siendo realistas no crecemos ni progresamos. Esto sólo se hace posible SOÑANDO.
El problema de ser realista
Pensar en grande, soñar y contar con metas grandes, es indispensable cuando se quiere llegar lejos. Los realistas son quizás los peores pesimistas que existen. Son aquellos que dicen que no se pueden, que se debe dejar de soñar y por tanto, nunca logran nada destacable.
En ambientes empresariales, son aquellos que niegan proyectos por no ajustarse a su realidad y por verlos salidos de contexto.
En resumen, los realistas son personas con pocas aspiraciones y con poco crecimiento evidenciable.
La Solución
Como hacer entonces para evitar ser realista, y en contraste siempre esperar cosas mejores?
Una buena manera de empezar, es dejar de decirle a los demás que somos realistas. Ya no lo somos, y no seremos realistas nunca más.
Debes además, analizar tu forma de pensar. Muchas veces dejamos nuestro actuar en piloto automático, cuando esto no siempre es lo mejor. Es importante controlar lo que pensamos, y para ello debemos saber que es lo que sentimos.
Una recomendación final, es siempre pensar en grande. No importa la situación, los grandes piensan en grande. Nunca escucharás a personas como Bill Gates o Warren Buffet decir cosas como “No Lo Lograremos” o “Es Demasiado Difícil“… NO. Ellos piensan en grande, y por tanto logran cosas grandes.
Porque no hacerlo personas normales como tu y como yo?
Vale la pena intentar!
fuente/sebascelis
imagen/psicomold
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