En The Coinsman han tenido la oportunidad de visitar una peculiar mina de Bitcoins situada al noroeste de China. Tal y como podrás ver en las imágenes, el despliegue de me
dios no es precisamente una obra de ingeniería, ya que esta granja está formada por simples estanterías donde descansan las placas y las correspondientes fuentes de alimentación. Estas fuentes provienen en su mayoría de ordenadores reciclados, y el sistema de ventilación del recinto lo forman una serie de ventiladores industriales que, colocados en el suelo, crean una intensa corriente que expulsa el aire caliente al exterior.
Lo más sorprendente, es que detrás de esta rudimentaria instalación se esconden facturas de consumo eléctrico de más de 60.000 dólares, un negocio mantenido por 3 personas que descansan entre 4 y 5 días al mes y unas condiciones un tanto preocupantes.
fuente / engadget
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